Autor del blog: COCETA
En un mundo donde la crisis climática se vuelve cada vez más evidente, ya no basta con hablar de sostenibilidad como una opción, es una necesidad. En este contexto, la Economía Azul surge como una gran aliada. ¿Su propuesta? Aprovechar el potencial de mares, océanos y ríos de forma responsable, generando empleo, innovación y desarrollo sin poner en riesgo la salud del planeta. Fue el economista belga Gunter Pauli el que escribió sobre el concepto por primera vez en su libro La Economía Azul.
¿Qué es la Economía Azul?
Esta hace referencia al uso sostenible de los recursos acuáticos, tanto marinos como de aguas interiores, para promover el crecimiento económico, mejorar los medios de vida y generar empleo, todo ello cuidando los ecosistemas involucrados.
Incluye actividades muy diversas como:
- La pesca sostenible, la producción de alimentos, los cultivos marinos y la acuicultura
- El transporte marítimo, tanto de personas como de mercancías
- La biotecnología azul, es decir, la producción sostenible de microalgas, bacterias y hongos
- El turismo pesquero y costero
- La educación medioambiental
- La energía renovable proveniente del mar
- La gestión integrada de zonas costeras y la ordenación del espacio marítimo
- La gestión de basuras y residuos marinos
En resumen, se trata de ver los océanos como motores de desarrollo sostenible que pueden impulsar una economía más respetuosa y regenerativa.
Economía Social y cooperativas: una pieza clave en la Economía Azul
¿Qué papel puede tener la Economía Social y las cooperativas dentro de la Economía Azul? Uno muy importante, ya que comparten valores clave como la sostenibilidad, el desarrollo de la comunidad local, la justicia social y la cooperación.
Las cooperativas gestionan los recursos de forma colectiva y democrática, con decisiones que nacen desde lo local, con un fuerte arraigo al territorio. Además, al poner a la persona como eje central de la actuación empresarial, se alinean perfectamente con los principios de la Economía Azul: un modelo justo, con visión de futuro y desde el que se fomenta también la inclusión, el respeto al medio ambiente y el intercambio de saberes entre tradición e innovación.
En definitiva, las cooperativas y la Economía Azul ponen a las personas y al planeta en el centro, construyendo una economía más humana y transformadora.
Tecnología y digitalización: aliadas del cambio
La tecnología y la digitalización están revolucionando la Economía Azul. No solo permiten optimizar el uso de los recursos, sino también mejorar la experiencia de las personas usuarias y generar nuevas oportunidades laborales.
Para ilustrar algunos ejemplos de su uso, hacemos un recorrido por diferentes sectores. En el caso del turismo sostenible, se están actualmente utilizando tecnologías predictivas para anticipar la demanda hotelera y aplicar precios dinámicos, mejorando así la planificación y la optimización de los recursos. Dentro del transporte marítimo se aplican sistemas inteligentes para optimizar rutas, ahorrar combustible y reducir la contaminación. En el ámbito de la pesca sostenible, gracias al análisis de datos es posible predecir el comportamiento de especias marinas y planificar de esta forma campañas pesqueras de forma eficiente y sostenible, permitiendo asegurar los medios de vida de las personas que se dedican a ello. Del mismo modo, también se promueve la Economía Circular a través de materiales como redes de pesca deterioradas para crear nuevos productos como ropa, bolsos, etc. En cuanto a la biotecnología marina, la Inteligencia Artificial (IA) se usa para la transformación de algas en envases alimentarios, productos cosméticos, para obtener fuentes de energía, etc. Del mismo modo, la IA sirve igualmente para gestionar recursos hídricos, predecir emergencias en caudales y controlar el ciclo del agua en zonas con riesgo de sequía. Por otro lado, actualmente se están analizando con IA imágenes submarinas para monitorear los fondos marinos y su recuperación, así como imágenes satelitales para seguir la evolución e impacto del cambio climático en mares y océanos en tiempo real.
Los océanos como pulmón del planeta
Para terminar, es necesario incidir en que hay que poner la mirada en los océanos, porque también son el pulmón del planeta. No hay que olvidar que cuidar de ellos requiere educación, conciencia y colaboración entre distintos actores para proteger y preservar estos ecosistemas vitales.
La Economía Azul no solo ofrece una forma de reducir la presión sobre los recursos terrestres, sino que también abre las puertas a un modelo económico que respeta los ritmos de la naturaleza, impulsa la innovación y protege nuestros océanos, mares y ríos.
Adoptar este enfoque, junto a la fuerza de las cooperativas, la Economía Social y la tecnología, es apostar por un futuro más justo, resiliente y esperanzador para todas las generaciones.